Cultura del riesgo vs conciencia de riesgo: construir seguridad vial como tarea social y cultural
En la génesis de todo accidente de tránsito está la violencia, o lo que es lo mismo, la forma violenta en que nos relacionamos. Las estadísticas señalan que uno de cada tres accidentes obedece a la agresividad de los conductores, al estilo competitivo de la vida urbana que hace que los conductores compitan entre sí y con los peatones, en cada esquina.
Según los especialistas, el motivo por el cual se adoptan conductas violentas y, en consecuencia riesgosas, es la ausencia de miedo moral. Hoy no existe el miedo moral, el miedo al castigo. El principio básico de todo ser vivo es el de la supervivencia, sin embargo en la actualidad las personas, y sobre todo los jóvenes, no le temen a casi nada, ni siquiera a la posibilidad de morir. Entonces, la exposición al riesgo es permanente.Esta cultura del riesgo no se genera mágicamente, sino que es una construcción de nuestra sociedad. Estamos insertos en una trama de relaciones que promueven permanentemente conductas de riesgo: publicidades que para hacer atractivos (y vendibles) sus productos exaltan el exitismo, el individualismo, el llegar primero o ser el mejor, la competencia desmedida y la necesidad permanente de consumo para permanecer dentro del “sistema”, conceptos que no hacen más que profundizar una jerarquía de valores que opera en contra de la convivencia pacífica y respetuosa entre los ciudadanos y acrecienta la competencia por tener y ser el mejor.
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