Historia de la Escuela


RESEÑA HISTÓRICA ESCUELA 26 DE. 5
”BRIGADIER MIGUEL DE AZCUÉNAGA”

La escuela, tal como la entendemos actualmente, surge efectivamente a partir de la modernidad, proceso junto al cual se da el desarrollo de la infancia como categoría social. Este espacio educativo se transformará a partir de entonces, en un problema de estado y a partir de allí sufre diferentes transformaciones edilicias y en el espacio que ocupa, recuperando así el recorrida y las huellas dejadas por esta Institución Educativa que poco conocemos.
Fue fundada el 18 de marzo de 1878 como Escuela Elemental N° 4 de San Cristóbal, hasta marzo de 1885 en el que el Consejo escolar se denominó N° 12, en diciembre de 1904 pasó a ser Escuela 9 CE 6 y en enero de 1936 pasó a ser 25 DE.  III para pertenecer posteriormente al Distrito escolar 5. Funcionó en la calle Caseros 800 y al cambiarse la numeración de la misma recibió el número 2420. Fue trasladada al edificio de Pichincha 1873 en 1891.Por su ubicación inicial perteneció al barrio de Pompeya y luego de su traslado al edificio actual al barrio de parque de los Patricios. Se cree que su ubicación primitiva estaba en lo que se consideraba como la quinta de Remedios de Escalada, que estaba ubicada en lo que actualmente es el parque Ameghino. Para algunos investigadores y escritores en esa quinta ubicada en la zona conocida como “El zanjón de las quintas” murió remedios el 3 de agosto de 1823, aunque otros dicen que fue en su casa de San Martín y Perón ex Cangallo. Así mismo se señala que la casa no habría pertenecido a la esposa del Libertador sino a su hermanastro Bernabé de Escalada. Perteneció posteriormente a Carlos Bunge de origen austriaco y a su esposa Genara Peña padres del arquitecto Ernesto Bunge. Luego fue propietario el DR. Miguel navarro Viola que ocupara distintos cargos como integrante del Consejo escolar N° 12 y que fuera presidente del Consejo nacional de Educación quien pensaba donarla para establecer el cementerio del Sur figurando ubicada en caseros 2522/26 según numeración actual. Por la nueva numeración Caseros 2450 la escuela habría estado situada en la manzana anterior a la quinta en caseros entre monasterio y Manuel García (LLanes, Ricardo: el barrio de san Cristóbal p.63). En un informe del año 1881 el Dr. Miguel navarro Viola, Inspector de las escuelas de las parroquias de Monserrat y San Cristóbal señalaba que la jurisdicción de esta última abarcaba alrededor de 200 manzanas. Sus limites eran Salta, Solís al este, el camino de Puente Alsina al sur, la calle de San Cristóbal que lo separaba de Flores al oeste y al norte la calle Méjico. En la zona habitaban 1801 niños, 999 varones y 802 mujeres, aunque asistían a la escuela solo 1250 o sea que 542 la cuarta parte del total no recibían instrucción. Ello se debía a las distancias, la falta de viabilidad de la zona y la pobreza. La mayoría de las familias eran humildes: la madre ama de casa y el padre artesano, es decir jornalero.
La escuela Elemental de varones N° 4 era dirigida por el Sr. Lorenzo Bernabé su primer director y estaba situada en Caseros 801 (numeración antigua). A ella asistían 55 niños.
El edificio en el que inició sus actividades era inadecuado, con falta de espacio y malas condiciones higiénicas. Los pisos eran de ladrillos, las aulas eran oscuras y mal ventiladas ya que carecían de ventanas y tenían una sola puerta. Las paredes de las aulas eran blanqueadas, lo que las hacía menos higiénicas. Los sanitarios eran escasos como también el agua. Por ello y ante diferentes reclamos era necesario encarar la política en la construcción de escuelas para reemplazar las construcciones deficientes.
En cuanto a la enseñanza se la consideraba insuficiente y el uso del idioma poco pulido (Educación Común, memoria, 1881, p.163-173)
El citado informe reflejaba la característica social del barrio donde funcionaba la escuela: era una zona anegadiza, con calles de Barro, con población de baja extracción social y donde había delincuencia y mala vida.
La Municipalidad determinó el saneamiento de la zona con la instalación de agua corriente, la pavimentación de las calles y la instalación de alumbrado a gas hacia fines del siglo XIX, buscando mejorar la situación de la población a través de la educación y el establecimiento de nuevas escuelas, construyendo a su vez edificios adecuados. La casa donde funcionaba la escuela era alquilada con un importe mensual de $124 (pesos ciento veinticuatro).
En septiembre de 1882 se nombra preceptor a Gregorio Gallardo que luego sería Director (Memoria Bernasconi). El personal docente estaba constituido por un preceptor (Maestro Normal nacional o maestro elemental) que cumplía funciones de Director y un sub preceptor (maestro elemental o sin título).
La relación de la superficie aula por alumno de 1,37 metros cuadrados, los patios y galerías ocupaban 522,87 maestros cuadrados y la relación por alumno era de 2,13 cuadrados. Sanitarios 7 wc y 10 migitorios. Constaba de otros locales como Biblioteca y museo escolar, casa para el Director (MCE Cincuentenario Ley 1420)
La escuela fue concluida en 1891 empezando a funcionar en ese local en noviembre de ese mismo año.
De acuerdo con la categorización de las escuelas establecida por la ley 1420 al ser una escuela elemental tenía solo cuatro grados de 1° a 4° grados pero a veces no se llegaba a cubrir las vacantes de todos los grados, por falta de calles pavimentadas, dificultades para llegar y falta de iluminación. En general se mantenía la alfabetización inicial de 1° a 3| grado.
En diciembre de 1904 el Consejo nacional de educación resolvió reformar los límites de los distritos escolares para adecuarlos a la nueva división de parroquias, comisarías y distritos electorales dispuesto por la municipalidad de la ciudad de bs. As. El distrito escolar 12 pasó a ser 6 y a la Escuela Elemental N° 4 CE 12 se le asignó el Número 9 CE 6. Por expediente 1337 el presidente de ese año José maría ramos mejía propuso denominar con el nombre de “Brigadier Miguel de Azcuénaga” a la escuela de la calle Pichincha 1873 lo que fue aprobado (educación Común memoria 1906-1907). En conmemoración con los festejos del centenario el 23 de mayo de 1910 se llevó a cabo la ceremonia oficial de imposición del nombre de Miguel de Azcuénaga. La crónica de la época señalaba que el acto celebrado alcanzó un prestigioso éxito y tuvo el concurso de valiosas personas de dentro y de fuera de la escuela.

Recién en 1929 por acción del director Flavio Torres vera fue elevada a la categoría de Superior es decir tenía los 6 grados conformados.
En 1934 con motivo de la conmemoración del aniversario de la muerte de Miguel de Azcuénaga se llevó a cabo el 23 de mayo una ceremonia a la que asistieron el presidente de la Nación Gral. Justo, el presidente del Consejo Nacional de Educación Octavio Pico y descendientes del prócer. En esa ocasión se inauguró el busto del patrono obra del escultor Ángel María de Rosa. (educación y memoria 1934, PÁG. 411-413).
El 28 de febrero de 1936 se resolvió modificar algunos distritos escolares y la escuela 9 CE 6 pasó a depender del Distrito escolar 3 recibiendo el número 25
En la escuela, ya para 1937, funcionaba una biblioteca escolar con más de 2040 volúmenes, habiendo concurrido ese año 3455 lectores, gran aporte de la Cooperadora y el barrio.
En 1941 se celebraron los 50 años del edificio, se procedió a blanquearlo por un costo de $ 1436 colocándose un toldo de $ 245-C 6 DE. 19) señaló: ”firme jalón de cultura y progreso constituye la obra silenciosa y fecunda de esa escuela en su medio de próspera existencia. Su prestigioso arraigo en su órbita de influencia en esta zona de densa población infantil, es una prueba más del indiscutible triunfo de la escuela pública argentina en su acción constructiva y reafirmadora del alma nacional. La escuela popular es la base fundamental de la organización democrática argentina. Sin la acción civilizadora del maestro auténtico, no habrá jamás conciencia republicana, ni discernimiento cívico, ni armonía social. El pueblo será tanto soberano cuanto más tenga conciencia cabal de sus derechos y obligaciones amparado en nuestra sabia Constitución. Y ello se consigue a través de las aulas escolares inculcando el amor a la Patria, el sentimiento de familia, el sentido de la responsabilidad y la conciencia del deber.” En esa ocasión se bautizaron aulas con los nombres de los próceres José de San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Bernardino Rivadavia, de los educadores: Andrés Ferreyra, Pablo Pizzurno, Julián Aguirre y el más importante de todos los Miembros Domingo Faustino Sarmiento. De acuerdo con un informe del Consejo Nacional de educación se señalaba que a partir del 1° de junio de 1959 la escuela 25 DE. 3 pasó a ser ESC 26 DE. 5
Cursando el 2019 la Escuela N° 26 DE. 5 cuenta con una matrícula de 185 alumnos provenientes de sectores cercanos y barrios linderos, distribuidos en 7 grados de jornada completa con Comedor, funciona de 8:00 a 16:20 hs.
Repensar nuestras prácticas cotidianas con el objetivo de ofrecer las oportunidades de generar una relación de los alumnos con la escuela de modo que ésta sea visualizada por ellos como un lugar donde se produzcan experiencias relevantes: donde podamos abrir el horizonte a otros mundos; donde puedan desarrollar formas de vinculación afectiva con sus compañeros  y de relación a propósito de las tareas escolares; donde se contacten con cuestiones diferentes de aquellas que les ofrece su contexto cotidiano; donde posibilitemos plantearse nuevas preguntas e inscribir la construcción de las respuestas en un proyecto formativo de largo plazo; donde seamos capaces de ofrecerles la oportunidad de conocer sus propias posibilidades y ampliarlas; donde se aprendan los propios límites y se trabaje para superarlos.










1 comentario:

Carina dijo...

"La Miguelito" como la conoce el barrio encierra ,entre sus puertas abiertas, la historia en donde la niñez recorrió etapas y vivencias impensables. La fiebre amarilla, el cólera, la gripe A y ahora esta pandemia del Covid 19 que marcará una nueva etapa. Nuevos roles pedagógicos pero seguro que sus patios nos volverán a juntar para compartir juegos, travesuras, charlas, abrazos y tal vez anécdotas impensadas para este siglo XXI